Una historia que empieza con un gato (y una humana con una idea)
Déjame que te cuente…
¡Hola! Soy Paula, la humana detrás de GatoLatte.
Este proyecto no nació entre tazas ni ladrillos, sino desde un deseo muy simple: crear un rincón donde los gatos puedan encontrar un hogar lleno de cariño, y las personas, un refugio donde compartir tiempo, valores y afinidades… sin prisas.
GatoLatte es más que una cafetería (aunque soñamos con que huela siempre a café recién hecho y bollitos deliciosos). Queremos que sea un espacio para compartir, aprender y conocer a personas (y gatos) con las mismas ideas e inquietudes.
Un espacio que aún no tiene techo, pero sí propósito.


Y como todo gran proyecto necesita un cómplice peludo, déjame hablarte de Boby.
Boby no es solo un gato, es el corazón de este sueño. Lo adoptamos hace trece años y, desde entonces, hemos compartido de todo. ¡Incluso compartimos cumpleaños! Curiosamente los dos nacimos un 7 de abril.
A pesar de ser diagnosticado con un linfoma, Boby sigue siendo ese gato tranquilo, cariñoso, curioso… que se tumba al sol en la terraza y observa el mundo sin prisas. No le hace pedir porque, como buen gato, nos adiestró el primer día.
Él fue la chispa que encendió esta idea: ¿y si existiera un lugar donde más gatos como él pudieran sentirse en casa?
Donde fueran vistos, respetados, acompañados. Y al mismo tiempo, donde las personas pudieran encontrar refugio, ternura y una comunidad con valores compartidos.
Hoy, su historia se entrelaza con la de muchos otros gatos que esperan su oportunidad. Y GatoLatte también es eso: un lugar donde ellos puedan ser vistos, acogidos y, sobre todo, queridos.